El estratega militar dominicano-cubano, artífice de la carga al machete y General en Jefe del Ejército Libertador, nació un 18 de noviembre de 1836.

Por el Departamento de Comunicación.

LA HABANA, 18 de noviembre de 2023. – Las instituciones cubanas y su pueblo recuerdan hoy al Generalísimo Máximo Gómez Báez en el 187 aniversario de su natalicio. Nacido en la localidad de Baní, República Dominicana, el 18 de noviembre de 1836, Gómez se erige como una figura cimera en las luchas por la independencia de Cuba y un ejemplo perdurable de internacionalismo.

De Soldado Dominicano a General Cubano

Con experiencia militar previa en su país natal, Gómez llegó a Cuba y, tras incorporarse al levantamiento independentista el 14 de octubre de 1868, demostró un talento excepcional para la guerra. Su contribución militar más notable fue la introducción y perfeccionamiento de la “carga al machete”, una táctica de arma blanca que, combinada con la caballería, resultó decisiva en innumerables combates durante la Guerra de los Diez Años.

La Alianza Estratégica con Martí y la Guerra Necesaria

Tras años de exilio y preparación, su encuentro con José Martí fue fundamental. El Apóstol de la independencia cubana reconoció en Gómez al líder militar indispensable. El 15 de septiembre de 1892, Gómez aceptó el cargo de General en Jefe del Ejército Libertador, respondiendo a Martí: “Desde ahora puede usted contar con mis servicios”. Juntos firmarían el programa de la Revolución de 1895: el Manifiesto de Montecristi.

Al frente de las tropas mambisas durante la Guerra del 95, Gómez desplegó un genio estratégico que incluyó la audaz Campaña Circular en Camagüey, la Invasión a Occidente que llevó la guerra a lo largo y ancho de la Isla, también puso a prueba sus amplios conocimientos tácticos durante la Campaña circular. Su liderazgo se caracterizó por una disciplina férrea y un compromiso inquebrantable con la causa libertaria.

Legado de Honor y Desprendimiento

Tras el fin de la guerra y la intervención norteamericana, Gómez se negó a aspirar al poder político. En un gesto que define su carácter, se retiró a la vida privada sin fortuna personal, falleciendo en La Habana el 17 de junio de 1905. Su legado perdura no solo como el gran estratega de las guerras de independencia, sino como el ciudadano que, sin haber nacido en Cuba, entregó todo por su libertad.

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