El  3 de julio de 1898 se desarrollaba en la Bahía de Santiago de Cuba el combate naval entre la escuadra española dirigida por el almirante Pascual Cervera y la norteamericana encabezada por su homólogo William Thomas Sampson, aunque en el escenario del conflicto fue el comodoro  Winfield S. Schley el oficial de mayor graduación presente cuando las embarcaciones españolas intentaron abandonar la bahía santiaguera, rompiendo el cerco que le habían impuesto sus adversarios.

La enorme superioridad técnica de la flota norteamericana y su ventajosa situación táctica garantizaron la victoria, mientras los buques españoles soportaron el tremendo castigo de la artillería; los artilleros de los buques españoles, por su parte, apenas tuvieron oportunidad de tirar con sus cañones, muy inferiores en alcance y además con pocas municiones, algunas de ellas defectuosas.

El triunfo de las fuerzas navales norteamericanas frente a sus homólogas españolas, le dio a la primera la total libertad de actuación en el Caribe y sobre todo la posibilidad de hacer más riguroso el bloqueo sobre Cuba y extenderlo a Puerto Rico. La derrota, igualmente, dejaba sellada la suerte de Santiago de Cuba y en general la guerra que desarrollaban los cubanos contra España.

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