7 y 8 de octubre: En esas fechas del año 1967 fue apresado y asesinado en Bolivia el comandante Ernesto “Che” Guevara, conocido como “El Guerrillero Heroico”, quien naciera en la ciudad del Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928. Graduado de médico en 1953, defendió el ideal guerrillero de liberación de los pueblos, y en particular, del latinoamericano, de la opresión, pobreza e insalubridad ocasionada por los gobiernos oligárquicos y las dictaduras militares subordinados a los intereses norteamericanos. Estuvo en Guatemala, en 1954, en contra del derrocamiento del gobierno de Jacobo Arbenz; se traslada a Ciudad de México, conoce a Fidel Castro e integra la expedición guerrillera que comenzó en Cuba, en 1956, la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista hasta que este huye y se establece el gobierno revolucionario, donde el comandante guerrillero recibe la nacionalidad cubana y ocupa importantes responsabilidades, mientras arreciaba la hostilidad norteamericana contra la Revolución Cubana en complicidad con los gobiernos del continente, en la OEA, con excepción de México. En 1965, el “Che” encabeza la asesoría cubana a la guerrilla nacionalista del Congo Leopoldville (hoy República Democrática del Congo), y en ese año, los marines norteamericanos invaden a la República Dominicana para deponer el gobierno democrático con el apoyo en tropas de dictaduras militares a nombre de la OEA. La llegada clandestina del “Che” a Bolivia ocurre en noviembre de 1966, y en una finca de Ñancahuazú organiza la lucha guerrillera, con la incorporación de combatientes bolivianos, peruanos y de cubanos experimentados, en contra de la junta militar golpista del general René Barrientos. El 25 de marzo de 1967 funda el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN). Tuvo combates victoriosos en los meses de abril y mayo, aunque perdió algunos hombres, mientras tanto, Barrientos prohíbe las actividades políticas de los partidos comunista y revolucionario, declara zona militar a varias provincias y efectúa la represión en las ciudades y el apresamiento de los simpatizantes de la guerrilla para concentrarlos en lugares apartados. Ante el incremento de los efectivos militares asesorados por oficiales de la CIA, de los Estados Unidos, para cercar a los guerrilleros, el “Che” concibe la separación temporal del pelotón de Juan Vitalio Acuña Núñez (Joaquín) del resto de la tropa para lograr una mayor movilidad y ampliar las acciones combativas. Sin embargo, el reencuentro de los dos grupos guerrilleros nunca se produjo. Sus miembros afrontaron enormes obstáculos en inhóspitos parajes selváticos, con carencia de alimentos, agua, medicinas y calzado, además del azote de la lluvia, el frío y las enfermedades. Perseguidos por el ejército no se incorporaron nuevos guerrilleros, mientras se producían algunas deserciones y graves delaciones que condujeron a la muerte de un mayor número de combatientes. El 31 de agosto cayó, en la emboscada del Vado de Puerto Mauricio, el grupo de Acuña, donde se encontraba Tamara Bunke (Tania), la única mujer guerrillera.
El grupo del “Che” tuvo una situación crítica en los meses de agosto y septiembre, con bajas sensibles en los combates que redujeron la tropa, también afectada por la fatiga y el hambre. El 7 de octubre se produjo el prolongado combate en la Quebrada del Yuro contra un enemigo superior en número. Fue el último combate en que cuatro guerrilleros quedaron con vida y salieron del lugar. De otra parte, el peruano Juan Pablo Chang Navarro (El Chino), el boliviano Simeón Cuba Sanabria (Willy) y el propio “Che”, herido en una pierna, con la carabina inutilizada y sin balas en la pistola, fueron capturados y trasladados a la escuela de la Higuera, donde fueron asesinados el día 8, siguiendo orientaciones de la CIA. El “Che” mantuvo en la guerrilla y ante sus victimarios la entereza moral del revolucionario. Al morir tenía 39 años de edad. Desde 1997 descansan en Villa Clara, Cuba, los restos del “Che” y de sus compañeros.
Rolando E. Misas Jiménez, Investigador del ARNAC
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