11 de agosto: Se recuerda el fallecimiento en La Habana, en el año 1888, de Álvaro Reynoso Valdés, nacido en Alquízar, Artemisa, el 4 de noviembre de 1829. Criado en un cafetal de la familia en que hubo cierta experimentación agrícola y botánica, estudió química en el Colegio San Cristóbal de La Habana entre 1844 y 1845.
Se doctoró en Ciencias en la Universidad de París en 1856 luego de estudiar Química con Edouard Robin y Theofile Jules Pelouze (exalumno del alemán Justus von Liebig, iniciador de la Agroquímica) y botánica con Isidore Geoffroy Saint-Hilaire. Bajo la influencia europea y del pensamiento patriótico y gnoseológico de los cubanos José Antonio Saco, José de la Luz Caballero y Francisco de Frías Jacott, conde de Pozos Dulces, asumió en 1859 la dirección del estatal Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana para convertirlo en la primera estación experimental agronómica que hubo en Cuba hasta 1864, gracias a que dedicó sus propios recursos y esfuerzos personales para trabajar en investigaciones, sin precedentes en el país, que permitiera construir la agricultura científica sostenible. El logro más importante estuvo en el sistema integral de cultivo de la caña de azúcar que se publicó en 1862, cuyos altos rendimientos en áreas reducidas de siembra permitía la rotación de cultivos y la liberación de tierras cañeras para destinarlas a la diversificación en plantas y ganados sin necesidad de acudir a nuevos desmontes. Era un sistema sostenible para campesinos integrales que pretendió resolver la crisis de la tradicional agricultura comercial basada en plantaciones esclavistas en el siglo XIX. Esta revolucionaria propuesta científica de agricultura cañera se difundió en diversos idiomas y fue aplicada en la isla de Java, entonces colonia de Holanda.
De igual manera, quiso reducir en 1864 los costos de producción azucarera al proponer una completa innovación tecnológica para obtener azúcar en frío mediante la congelación del jugo de la caña y para eso viajó a Francia, pero el fracaso del mismo a nivel industrial hizo que permaneciera en esa nación hasta 1883, en que regresa a La Habana, donde tuvo la competencia de los ingenieros agrónomos formados en el extranjero y las disposiciones legales que daban preferencia a los graduados en España.
Pasó sus últimos años de vida realizando investigaciones en un improvisado campo de experimentación en el barrio de El Cerro sin que lograra establecer una estación agronómica.
Es considerado, el Padre de la Agricultura Científica Sostenible en Cuba.
Rolando E. Misas Jiménez
Investigador
Archivo Nacional de la República de Cuba
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