Se celebra, desde el año 1967, el Día Internacional de la Alfabetización declarado por la UNESCO durante la 14ª sesión celebrada el 26 de octubre de 1966, con el fin de recordar a la comunidad internacional la importancia de la alfabetización de las personas, las comunidades y las sociedades, y la necesidad de implementar esfuerzos para conseguirlo de acuerdo a las sucesivas metas trazadas por la ONU. En septiembre de 2015 los mandatarios mundiales aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro del marco de la Agenda 2030 y en el objetivo nº 4 se encuentra la alfabetización de jóvenes y adultos para asegurar que aprendan a leer y escribir
y tengan conocimientos básicos de aritmética. A ese propósito inicial se han sumado las competencias comunicativas, digitales, científicas, técnicas, artísticas y de ciudadanía y se insiste en la necesidad de trabajar a favor de la equidad y la inclusión social y de género desde la escuela y en la superación de la desigualdad de ingresos y de oportunidades entre ricos y pobres.
Cuando la UNESCO hizo su declaración en 1967, ya Cuba había erradicado el analfabetismo en 1961 como resultado de la Campaña de Alfabetización efectuada en todo el país poco después del triunfo de la Revolución en 1959. Desde entonces los avances de la enseñanza pública cubana han tenido reconocimientos internacionales. Por ejemplo, el Premio Krupskaya, en 1964, por la “Batalla del Sexto Grado”. El PREMIO PAVLEVI, en 1968, otorgado al modelo de la educación de adultos de Cuba. El Premio a la educación a pescadores a través de la radiofonía, en 1985.
El PREMIO KRUPSKAYA, en 1990, por la campaña de alfabetización para ciegos en el sistema Braille. A partir de la experiencia nacional en el ámbito docente se efectuó la solidaridad con otros pueblos. Así se produjo la alfabetización de la población haitiana en lengua creole que le valió a Cuba el PREMIO REY SEJONG en el 2002 y la contribución al Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, en la Cátedra de Alfabetización y Educación para Jóvenes y Adultos, que fuera premiada en 2003. Numerosos premios internacionales obtenidos por Cuba se debieron al aporte realizado a la alfabetización de más de 30 países mediante el método “Yo, si puedo”, creado por la Doctora Leonela Relys, que tuvo su continuidad en “Yo sí puedo seguir” para el acceso a mayores niveles educativos.
Rolando E. Misas Jiménez,
Investigador
Archivo Nacional de la República de Cuba
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