Cuba participó por primera vez en el III Simposio Iberoamericano de Historia de la Cartografía, en Brasil, donde ofreció una panorámica del proceso de construcción del mapa topográfico de la isla a través del patrimonio conservado hoy por su Archivo Nacional.
El recorrido de este texto no es una historia de la Cartografía desde Europa (…), sino una mirada al proceso de formación del mapa nacional y al extraordinario papel de los agrimensores, a través de las evidencias que dejaron numerosas instituciones y particulares en los acervos documentales del Archivo Nacional, resumió sobre su ponencia, el cubano Jorge Macle Cruz.
Al respecto, el también licenciado en Geografía destaca, en su trabajo intitulado “El eco de cartas y mapas en los caminos de la memoria”, que la nación caribeña en esta área llegó a ser la primera de la región en tener su propio mapa topográfico.
En entrevista exclusiva para nuestra página web, donde labora actualmente como especialista principal y curador de mapas, Macle Cruz significó la celebración del evento por la riqueza de sus experiencias en cuanto al modo de concebir la cartografía en Iberoamérica.
“Pude constatar todo lo común que existe en cómo se hacían los mapas, quiénes lo encargaban”, indicó el experto, invitado por el Comité Organizador del encuentro, efectuado del 26 al 30 de abril pasado, en la Universidad brasileña de Sao Paulo.
Los trabajos, distribuidos a través de mesas redondas, destacaron diversas temáticas, algunas de ellas vinculadas a la cartografía escolar; los mapas y las ciudades; geografía cultural y narrativas visuales; mapas antiguos y técnicas nuevas; independencias, fronteras y mapas nacionales; bancos de datos, acerbos cartográficos y nuevas tecnologías, entre otras.
Asimismo, el programa incluyó la participación de expertos de unos diez países, por ejemplo, Argentina, Portugal, Colombia, Canadá, Francia, México, Perú y Grecia, además de Brasil y Cuba.
Las ediciones anteriores de este encuentro acontecieron en la capital argentina de Buenos Aires, en 2006, y luego en México, en 2008.
El eco de cartas y mapas en los caminos de la memoria.
Por Lic. Jorge Macle Cruz
Resumen del trabajo presentado en el 3er. Simposio Iberoamericano de Historia de la Cartografía, celebrado en Sao Paulo, Brasil, del 26 al 30 de abril de 2010.
El recorrido de este texto no es una historia de la Cartografía desde Europa, donde tempranamente se generaron numerosos mapas que domesticaron virtualmente el territorio cubano, con la idea de una necesidad desmedida de poblar cada rincón para ‘evangelizar’ el espacio, una mezcla de fantasía, arte y simbolismos justificantes para satisfacer la sed colonial, sino una mirada al proceso de formación del mapa nacional y al extraordinario papel de los agrimensores, a través de las evidencias que dejaron numerosas instituciones y particulares en los acervos documentales del Archivo Nacional.
Una conjunción de factores contribuyó a delinear notables mapas, algunos llegando a superar a los que contemporáneamente poseía la metrópoli y a ser reconocidos posteriormente por las autoridades intervencionistas de 1898, sin olvidar que Cuba fue el primer país de la región en tener su Mapa Topográfico Nacional, un hecho compulsado por la independencia de las repúblicas latinoamericanas y que apoya la tesis de que el grado de conocimientos geográficos de un país puede ser juzgado en la exactitud geométrica y coincidencia geográfica de su mapa topográfico. Finalmente se brinda una caracterización de su Mapoteca y su gestión actual, un lugar que recoge la obra de los más destacados agrimensores, pilotos, cartógrafos, dibujantes, arquitectos e ingenieros, desde el siglo XVI al XX, contribuyentes de numerosos aportes e innovaciones a la Cartografía nacional.
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