El Archivo Nacional de la República de Cuba conmemora hoy el aniversario 127 de la firma del Tratado de París, suscrito el 10 de diciembre de 1898 entre los representantes de España y los Estados Unidos de América. Este acuerdo puso fin formalmente a las hostilidades de la guerra hispano-norteamericana y tuvo como consecuencia la cesión por parte de España de sus últimas posesiones coloniales, entre ellas la Isla de Cuba.

La significación histórica de este tratado para Cuba reside en un hecho fundamental: la exclusión absoluta de los representantes del gobierno y el ejército independentista cubano de las negociaciones. A pesar de que la contienda librada en la Isla durante tres décadas había desgastado y vencido prácticamente al ejército colonial español, y de que las fuerzas mambisas eran un factor militar decisivo, la suerte de Cuba fue decidida sin su consentimiento y en su ausencia.

Esta exclusión prefiguró el inmediato establecimiento de un gobierno militar de ocupación por parte de los Estados Unidos, que se prolongaría hasta 1902, y sentó las bases para la imposición de la Enmienda Platt en la Constitución de la nueva República. Dicha enmienda, que concedía a los Estados Unidos el derecho de intervenir en los asuntos internos de Cuba, marcó el nacimiento de una República mediatizada, cuya soberanía quedó condicionada desde su mismo inicio.

Como guardián de la memoria histórica de la nación, el Archivo Nacional conserva documentación invaluable relacionada con este período, la cual testimonia las consecuencias de aquel acto de despojo diplomático. Recordar el Tratado de París es esencial para comprender las raíces de la lucha del pueblo cubano por su plena y definitiva independencia.

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