El Archivo Nacional de la República de Cuba recuerda hoy, con solemnidad y patriotismo, el aniversario 129 de la caída en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y su ayudante, el capitán Francisco Gómez Toro (Panchito), ocurrida el 7 de diciembre de 1896 en San Pedro, Punta Brava.
La desaparición física del “Titán de Bronce”, símbolo máximo de la intransigencia revolucionaria y el valor, y la de su leal ayudante, representó un duro golpe para la gesta independentista, pero su ejemplo se erigió en arma moral y estandarte para las futuras generaciones de cubanos.
Esta misma fecha adquirió una profunda significación histórica 93 años después, cuando en 1989 el Estado y el Gobierno cubanos decidieron desarrollar la “Operación Tributo”. En un acto de profunda ética revolucionaria y solidaridad, se repatriaron a la Patria los restos de los combatientes internacionalistas caídos en misiones civiles y militares en otras tierras del mundo.
La elección del 7 de diciembre para esta operación no fue casual. Constituyó un simbólico acto de continuidad histórica, vinculando el sacrificio de los próceres de la independencia con el de los héroes de la Cuba contemporánea, reafirmando que el internacionalismo es un principio irrenunciable de la Revolución.
El Archivo Nacional, guardián de la memoria de la nación, atesora en sus fondos una valiosa documentación sobre Antonio Maceo y evidencia gráfica de la operación Tributo. Preservar estos legados es fundamental para comprender la unidad indisoluble entre la historia pasada y presente de Cuba, y los valores de sacrificio y lealtad que la sostienen.
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