El 6 de octubre de 1976, se ejecutó un atentado terrorista contra un avión DC-8 de Cubana de Aviación, en pleno vuelo. El hecho se conoce como el “Crimen de Barbados”, por ocurrir en las proximidades de las costas de esa nación caribeña. Ese día, como resultado de la detonación de dos bombas en el interior de la aeronave que realizaba el vuelo CU-455, murieron 73 personas. Entre las víctimas se encontraron 57 cubanos, incluido el equipo juvenil nacional de esgrima, 11 guyaneses y 5 coreanos. Por su magnitud, es considerado como uno de los mayores crímenes de esa tipología en el continente americano.

Este acto terrorista se produjo en el contexto de una ofensiva contrarrevolucionaria hacia Cuba, por su resuelto apoyo a la independencia de Angola. Entonces, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estimuló la realización de hechos violentos contra diplomáticos, embarcaciones, aeronaves y representaciones cubanas, en diversas regiones del mundo. Agentes a su servicio, de origen cubano y venezolano, planificaron y ejecutaron este crimen.

Como parte del proceso investigativo iniciado en Barbados, y en Trinidad y Tobago, las autoridades detuvieron, en calidad de autores materiales, a los ciudadanos venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo. Sus mentores, y autores intelectuales de la operación, resultaron ser Luis Posada Carriles y Orlando Bosch. Estos últimos, fueron detenidos por la policía política venezolana (DISIP), ante la existencia de numerosas pruebas. Contra ellos se desarrolló un extenso proceso judicial en Venezuela, signado por irregularidades y presiones desde los Estados Unidos de América.

En 1987, finalmente los tribunales condenan a Lugo y a Ricardo. Sin embargo, Bosch fue absuelto tras una serie de tecnicismos, y Posada Carriles evadió su responsabilidad criminal al fugarse de una cárcel venezolana, en 1982. Ambos continuaron planificando acciones contra el gobierno y el pueblo cubano, hasta su fallecimiento.
La impunidad con que actuaron los promotores de este acto terrorista, y el apoyo que recibieron de las autoridades estadounidenses, sentó un mal precedente ante la comunidad internacional. El pueblo cubano repudia permanentemente el uso del terrorismo en todas sus formas. En Cuba, fue reconocido oficialmente el 6 de octubre como Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado.

MSc. Iván Dalai Vázquez Maya
Investigador Agregado
Archivo Nacional de la República de Cuba

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